La apuesta para este principio de año de Epson en impresoras multifunción para el mercado doméstico no incide en la conectividad o funciones especiales. Epson ataca directamente al punto negro que el consumidor aprecia en este tipo de periféricos: la tinta.
Los nuevos modelos son las Epson L355 y la Epson L555, impresoras que incluyen depósitos de tinta (no es la primera marca en hacerlo pero sí una novedad para la compañía) de más capacidad para rellenar en vez de comprar nuevos cartuchos.
Tinta para dos años pero con una inversión inicial mayor
Con este sistema, Epson afirma que, con un uso habitual, el consumidor no tendría que recargar sus depósitos en dos años, lo que equivale a unas 4.000 impresiones en negro y 6.500 en color. Además, el sistema de recarga (costarán 25€) resulta menos complejo de ejecutar que el de cambio de cartucho.
Para la compañía, la compra de estas nuevas impresoras debe suponer al usuario un ahorro aunque esto va a depender del ritmo de impresiones que necesitemos. Esto es así porque la inversión inicial es mayor que con modelos con las mismas prestaciones pero sin sistema de tanques rellenables
No hay comentarios:
Publicar un comentario