1.- Retira de la impresora el
cartucho con cabezal.
2.- Con un paño que no suelte
pelusa o un trozo de papel toalla y humedécelo con un poco de agua destilada
tibia.
3.- Dobla el paño por la mitad
dos veces y sosténlo entre los dedos de una mano.
4.- Con la otra mano restriega
la tinta del cartucho presionando el cabezal contra el paño varias veces.
(El
cabezal se encuentra en la base del cartucho y es por donde sale el chorro de
tinta sobre el papel). Esto ayudará a quitar la tinta seca adherida a la
superficie del cabezal. Una vez "restregada", la tinta debería
presentar una mancha uniforme y de aspecto sólido (una por cada cámara de
tinta) sobre el paño.
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