Problemas en los cartuchos
Los fallos en la impresora suelen ser bastante
evidentes, así que si tu cartucho tinta no imprime y el problema no se
manifiesta de manera clara, es probable que el problema se encuentre en
el propio cartucho.
Pegatina de protección.
Todos los cartuchos vienen con una pegatina de
plástico que protege partes sensibles del mismo, y que hay que retirar
antes de instalarlos. Asegúrate de hacerlo para que el cartucho funcione
correctamente.
Respiradero obstruido.
Algunos tipos de cartuchos tienen una especie
de respiradero que puede quedar obstruido con tinta o algún resto de
suciedad. Eliminar el atasco con un palillo o las uñas (¡con cuidado!)
puede solucionar nuestro problema.
Cabezal obstruido.
En la mayoría de aparatos los cabezales se
encuentran en la propia impresora, aunque existen modelos en los que se
encuentran en los cartuchos. Gran parte de las ocasiones en las que
tenemos problemas al imprimir vienen ocasionadas porque los cabezales se
han visto obstruidos con la propia tinta del cartucho. Esto no
significa que el cartucho esté seco, pero sí puede que la tinta que se
ha quedado en los cabezales se haya secado tras un periodo prolongado
sin uso. La mejor manera de solucionar este problema consiste en
realizar progresivas limpiezas de cabezal con el software de utilidad
que sin duda tiene tu impresora. Si el problema persiste, puede que sea
necesario tratar el cabezal con un líquido especial para desatascar
cabezales. Si templamos el líquido previamente aumenta su efectividad,
pero hay que tener mucho cuidado al usarlo ya que los cabezales son muy
sensibles y podemos estropearlos, dando al traste con la impresora si
están situados en ella.
Cartucho o chip incompatible.
Existen en el mercado numerosos cartuchos compatibles
que dicen valer para numerosos modelos de impresora. Bien, a veces no
sirven para tantos modelos. O puede que sirvieran en su momento, pero
que tras una actualización del firmware de la impresora el chip
haya dejado de valer. En estos casos no queda otra que buscar otro
cartucho, compatible u original, o en el caso del chip buscar un aparato
que realice un reset o actualización al chip si es posible.
Chip sucio o dañado.
Al instalar el cartucho puede que hayamos
ensuciado el chip tocándolo con los dedos, o puede que venga dañado de
fábrica. Es difícil que esto ocurra, pero los chips de los cartuchos son
bastante delicados y no es algo a descartar. Podemos retirar el
cartucho y comprobar que el chip esté limpio y que no haya ningún rayón o
corte en él.
Para evitar que se sequen los cabezales de las impresoras de tinta de inyección, es bueno imprimir una vez a la semana para evitarlo (como
he comentado antes, normalmente esto suele pasar cuando damos poco uso a
la impresora), lo ideal es que la impresión que hagamos una vez a la
semana utilice todos los cartuchos, es decir, que sea a color, o bien
también podemos utilizar la hoja de prueba de la misma impresora. De
esta manera evitaremos que se sequen todos los cartuchos no solo uno.
Si usamos la calefacción o el aire acondicionado en el lugar
donde imprimimos (que lo más seguro que la respuesta sea que sí),
tendríamos que evitar poner temperaturas extremas, ya que a largo plazo,
repercute en el uso de los cartuchos y así evitamos también ponernos «malos» nosotros con esos cambios de temperatura tan bruscos.
La temperatura ideal serían unos 20º. Este consejo sirve también para
los cartuchos que guardemos como recambio, ya que así evitaremos que se
sequen y cuando vayamos a utilizar no nos llevemos la gran sorpresa.
Los cartuchos de tinta
tienen una parte que es bastante delicada, es la parte eléctrica.
Esta parte eléctrica que tienen los cartuchos es su vida, entre más se
manipule y se toquen esas conexiones lo que conseguiremos es que no
imprima o no imprima correctamente. Tampoco debemos poner ni cintas
adhesivas, ni envolverlos con papel de aluminio ni plásticos, ya que
estos materiales suelen cargarse de energía estática y podrían estropear
el circuito.
La falta de limpieza cabezales.
De vez en cuando es bueno realizar una limpieza de cabezales para que
la tinta no se seque y obstruya el cabezal, ya que sino la tinta no
saldrá. Muchas impresoras disponen de un sistema automático que lo
realiza, comentaros que este paso suele gastar tinta. También os quería
comentar que esta opción consume mucha tinta (depende la marca con 4 o 5
limpiezas de cabezales se puede vaciar el cartucho). Normalmente la
limpieza de cabezales se suele hacer cuando en la impresión aparecen
como unas rallitas. Lo ideal es hacer la limpieza y esperar unos 20
minutos antes de realizar la prueba de impresión, ya que este proceso es
disolver la tinta seca con la tinta del cartucho. Si pasado ese tiempo
imprime mal realizar una segunda limpieza de cabezal y esperar otros 20
minutos, si volvemos a hacer la prueba e imprime mal, realizar otra
prueba 24 horas después. Y si sigue imprimiendo mal hay que cambiar los
cartuchos.
Lo mejor es no apurar el cartucho hasta la última gota, ya que la
tinta actúa como refrigerante y si no hay tinta se puede quemar las
resistencias por el sobre calentamiento.
Si tenemos que apagar la impresora, es mejor que nunca se apague
desconectándola directamente de la corriente eléctrica. Lo ideal sería
apagándola desde el botón (apagado-encendido), ya que de esta manera los
cartuchos regresan siempre a la estación de servicio (posición
inicial), y así evitaremos la evaporación de la tinta y la contaminación
de las boquillas con las partículas de polvo. Si tiramos directamente
del enchufe sin querer la podemos estropear y podemos romper el cable de
los tirones.
Es aconsejable tener aunque sea un juego de cartuchos guardados ya que
si por cualquier motivo el cartucho que está en la impresora no funciona
(circuito estropeado, cartucho seco…) podamos imprimir sin ningún tipo
de problema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario